sábado, 13 de octubre de 2012

Muchas especies de coníferas componen estos bosques, como los cedros, cipreses, abetos, sabinas y enebros, kauris, pinos, mañíos, secuoyas, tejos, etc. El sotobosque contiene una gran variedad de especies herbáceas y arbustivas.
Estructuralmente, se trata de bosques bastante simples, formados por dos capas: el dosel y el sotobosque. En algunos casos existe también una capa intermedia arbustiva. Los bosques de pinos albergan un sotobosque herbáceo, que suele estar dominado por hierbas perennes, sujeto a incendios naturales ecológicamente importantes y presencia de helechos.
Los bosques templados de coníferas más húmedos contienen la mayor cantidad de biomasa de todos los ecosistemas terrestres, y destacan por las gigantescas proporciones de sus árboles: secuoya gigante (Sequoiadendron giganteum), secuoya roja de California (Sequoia sempervirens), abeto de Douglas (Pseudotsuga menziesii), lahuán (Fitzroya cupressoides), kauri (Agathis australis)... Estos bosques sólo existen en pequeñas zonas del noroeste de Norteamérica, en el suroeste de Sudamérica y en el norte de Nueva Zelanda.
En las ecorregiones de bosque templado de coníferas, el WWF incluye también a bosques mixtos (coníferas y frondosas)

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